Durante el verano la dieta de la piña ocupa el puesto de honor en los métodos para bajar de peso.
Por su frescura, tropical y dulce promete perder peso en menos tiempo del que tardas en picarla y se ha convertido en una de las más populares entre las mujeres.
Con la dieta de la piña se puede llegar a perder cuatro kilos en dos días y un poco más si se sigue durante una jornada más.
«Las personas que siguen este plan aseguran que es una dieta depurativa y diurética que favorece la eliminación del exceso de líquido del cuerpo y a perder peso rápidamente», explica Sara Jiménez, nutricionista.
Pero si se mide su efectividad por los kilos que se pierden, se puede decir entonces que sí funciona.
Pero Jiménez también cuestiona si «¿debemos medir la efectividad de cualquier dieta por la cantidad de kilos que se pierden o por la calidad de la alimentación que ofrece y cómo adaptarla a nuestro día a día?».
Para la nutricionista esta dieta por ser muy estricta y al no implicar hábitos de alimentación saludable, puede llegar a ser perjudicial para la salud si se realiza por un tiempo prolongado.
Cómo es la dieta de la piña
La dieta de la piña elimina del plan alimenticio los carbohidratos, por lo que no se pueden consumir cereales, como la pasta, arroz, pan, patatas o legumbres.
En su modalidad menos estricta, se puede acompañar de alimentos ricos en proteínas.
Además, solo se puede consumir o tomar líquidos, al menos 2 litros agua, infusiones y zumos naturales sin azúcar, ni edulcorante.
El objetivo es disminuir el consumo de grasas, carbohidratos y eliminar toxinas. Pero este método está lejos de ser el mejor para perder peso. «Consumir solo piña no es completo desde el punto de vista nutricional, además de que te aburres», afirma la doctora Crispín.
Cuánto kilos se pueden perder
Las personas que realizan la dieta de la piña de forma estricta y solo consumen esta fruta y líquidos logran perder peso porque apenas comen al día unos 2 gramos de grasa, 10 gramos de proteína, mil calorías y pequeñas dosis de calcio, hierro, zinc, vitaminas A, E y B y potasio.
La doctora Crispín, asegura que «es mejor variar de fruta porque, así como la piña tiene buenísimas propiedades, las otras también, y aportan antioxidantes, vitaminas y minerales diferentes «.
Jiménez, tampoco lo recomienda como nutricionista, para ella entre las pocas ventajas que tiene este plan es el aumento del consumo de agua y de fibra, lo que ayuda a regular en tránsito intestinal.
El problema está, “en el momento en que se deje de realizar la dieta se volverá a los hábitos alimenticios de antes, y esto llevará al aumento de peso incluso puede ser mayor al que tenía antes» afirma Sara.
Problemas de la dieta de la piña
Promete cosas poco realistas, ya que, si bien es cierto que se pierde peso y de forma muy rápida, es porque se deja de comer comida, y cuando se regresa a una alimentación normal aparece el temido efecto rebote.
Asimismo, la doctora Crispín advierte que hay que tener mucho cuidado con las reacciones alérgicas como labios hinchados, hormigueo en la garganta, inflamación de la lengua y cara.
Una alergia grave puede causar asma o rinitis, la piña también puede provocar acidez, llagas e irritación en la boca y lengua.
Del mismo modo, ocasionar problemas digestivos y afectar el esmalte de los dientes debido a su ph, por eso es recomendable cepillarlos después de cada comida.
Y en el caso de las mujeres en estado de embarazo «su consumo debe ser en una cantidad pequeña, ya que es buena para ayuda a aliviar las náuseas matutinas, pero algunas enzimas de esta fruta aumentan las contracciones uterinas en la primera fase de la gestación» explica Crispín.