Un joven español terminó en una sala de cirugía tras contraer una infección provocada por morderse las uñas.
Se trata de Mario Colomina quien contó lo sucedido en el programa ‘Espejo Público’ y en sus redes sociales.
El sujeto detalló cómo padeció la manía, que afecta a entre el 20% y el 30% de la población mundial según datos de la revista científica Biblioteca Nacional de Medicina.
El hombre había salido con amigos cuando lo llevaron al hospital debido a un fuerte dolor de estómago.
Los médicos informaron al español que padecía angina (dolor en el pecho que se produce por la reducción del flujo sanguíneo al corazón) y comenzaron un tratamiento para controlar el padecimiento.
Sin embargo, continuó quejándose de dolores y quedó paralizado en ambas piernas, por lo que tuvo que regresar al hospital.
Así le descubrieron la bacteria
En una segunda visita a los médicos, estos descubrieron que una bacteria había ingresado a su cuerpo debido a su hábito de morderse las uñas, también llamada onicofagia.
“Los médicos me informaron que la bacteria se había fijado en la válvula mitral del corazón, lo que provocó embolias en los riñones, el cerebro y el bazo”, dijo el sujeto en un video en su cuenta de TikTok.
Según se conoció, el parásito creció dentro del corazón del joven, lo que motivó la necesidad de una cirugía a corazón abierto lo más pronto posible
“Me operaron del corazón por morderse las uñas. Contraje la bacteria de mis uñas, hay una bacteria ahí que se llama Staphylococcus aureus que se me filtró por la piel y me hizo un nido en la válvula mitral”, reveló.
Colomina se mordió tanto las uñas que se lastimó la piel y a través de esa herida la bacteria vive tanto en las mucosas como en la piel de los seres humanos, logró ingresar al torrente sanguíneo.
Su historia llamó la atención porque muchas personas en el mundo tienen este hábito, pero pocos conocen los riesgos de salud de hacer en exceso.
Síntomas
Mario contó que en una reunión con amigos comenzó a sentirse mal, acompañado de fiebre alta y vómitos.
En ese momento decidió acudir a una sala médica, allí le dijeron que tenía anginas y le recetaron medicamentos, dijo en una entrevista con Antena 3.
Los medicamentos no aliviaron su malestar e incluso agregaron más síntomas. De un momento a otro, su pierna izquierda quedó inmóvil y regresó al hospital.
“A raíz de eso me sacaron sangre, me hicieron un hemocultivo y vieron que tenía el nido, la bacteria, y no la angina ni un tumor”, explicó en sus redes sociales.
No ha dejado el habito
El joven reveló que a pesar de haber pasado por un momento muy difícil y saber que su vida corría riesgo por morderse las uñas, no podía dejar de hacerlo.
«Me preguntan si he dejado de comerlos y la respuesta es que no, los sigo comiendo a pesar de todo. Estoy muy nervioso, me meto las manos en la boca, que es un error que cometen muchos españoles», confesó.
Mario lo intentó de todas las formas posibles, pero no pudo darse por vencido:»A pesar de ello no he dejado de comerlos y mira, he probado de todo, he probado picante, amargo, de todo«.
El masculino les pidió a las personas: “Dejen de comerte las uñas si no quieres terminar así”, mientras mostrando la cicatriz en el pecho que lo dejó con una cirugía a corazón abierto.
Qué es la onicofagia
La onicofagia es la situación en la que algunas personas se muerden las uñas, preferiblemente los dedos.
Según el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna, esta condición puede ser una manía o tener una causa emocional y conductual.
Hacerlo puede dejar la piel expuesta y provocar un deterioro estructural periungueal.
Es más común en niños, ya que el 30 por ciento de ellos la presenta entre los siete y diez años, y puede llegar al 45 por ciento de los adolescentes.
Los hijos de padres que padecen algún tipo de trastorno mental tienen más probabilidades de padecerlo.
En ocasiones no sólo se muerden las uñas, sino también la cutícula de la piel vecina, lo que llamamos padrastros.
La onicofagia a menudo causa otros trastornos o conductas compulsivas, como la tricotilomanía (tirarse del pelo y comer) y la mucomanía (comer secreciones o mocos).