Un estudio demuestra que las hermanas mejoran la salud mental de sus hermanos.
Hay algo en tener una hermana, incluso una hermana pequeña, que hace que los niños de entre 10 y 14 años tengan menos probabilidades de sentirse deprimidos.
Este es uno de los varios hallazgos intrigantes de un nuevo estudio sobre el impacto que tienen los hermanos entre sí.
La profesora de la Universidad Brigham Young Laura Padilla-Walker es la autora principal de la investigación, que también analiza la influencia de los hermanos y la influencia de los padres en las familias.
“Incluso después de tener en cuenta la influencia de los padres, los hermanos sí importan de maneras únicas”, dijo Padilla-Walker, quien enseña en la Escuela de Vida Familiar de BYU. “Les dan a los niños algo que los padres no les dan”.
Lo que encontraron los expertos
La investigación de Padilla-Walker se deriva del Proyecto de Familias Florecientes de BYU y aparecerá en la edición de agosto del Journal of Family Psychology.
El estudio incluyó a 395 familias con más de un hijo, al menos uno de los cuales era un adolescente de entre 10 y 14 años.
Los investigadores recopilaron una gran cantidad de información sobre la dinámica de cada familia y luego realizaron un seguimiento un año después.
Los análisis estadísticos mostraron que tener una hermana protegía a los adolescentes de sentirse solos, no queridos, culpables, cohibidos y temerosos.
No importaba si la hermana era más joven o mayor, o cuán separados estaban los hermanos en términos de edad.
Esto no significa que los hermanos no importen. El estudio descubrió que tener un hermano cariñoso de cualquier sexo fomentaba las buenas acciones, como ayudar a un vecino o cuidar de otros niños en la escuela.
De hecho, los hermanos cariñosos fomentaban actitudes caritativas más que los padres cariñosos.
Lo que concluyó la investigación
La relación entre el afecto entre hermanos y las buenas acciones son dos veces más fuerte que la que existía entre la crianza de los hijos y las buenas acciones.
“Para los padres de niños más pequeños, el mensaje es fomentar el afecto entre hermanos”, dijo Padilla-Walker. “Una vez que llegan a la adolescencia, será un gran factor de protección”.
Muchos padres se preocupan, con razón, por las peleas aparentemente interminables entre hermanos. El estudio concluyó que la hostilidad estaba asociada a un mayor riesgo de delincuencia.
Sin embargo, Padilla-Walker también ve un lado positivo en los datos: las peleas brindan a los niños la oportunidad de aprender a reconciliarse y recuperar el control de sus emociones, habilidades que les resultarán útiles en el futuro.
“La ausencia de afecto parece ser un problema mayor que los altos niveles de conflicto”, dijo Padilla-Walker.
El profesor de BYU James Harper y el graduado de BYU Alex Jensen son coautores del nuevo estudio.
Jensen, ahora candidato a doctorado en Purdue, también fue coautor del estudio de 2009 que muestra un vínculo entre los videojuegos y las malas relaciones.
La amistad entre hermanos
A lo largo de la historia, las relaciones entre hermanos han desempeñado un papel importante en la formación de familias y sociedades.
En las culturas tradicionales, se esperaba que los hermanos trabajaran juntos para mantener el estatus económico y social de la familia.
Sin embargo, a medida que la sociedad ha cambiado, también lo ha hecho el concepto de las relaciones entre hermanos.
Hoy en día, los hermanos suelen ser libres de elegir sus propios caminos y no necesariamente dependen unos de otros de la misma manera que antes.
Los hermanos son algunos de nuestros primeros y permanentes amigos, y sirven como compañeros de juegos, confidentes, animadores e incluso adversarios.
Durante ciertas etapas de la vida, puede resultar difícil lograr una conexión saludable con su hermano o hermana.
En esta publicación del blog, exploraremos las habilidades para la vida que podemos aprender de nuestra dinámica entre hermanos y cómo podemos mantener fuertes vínculos entre hermanos a lo largo de nuestras vidas.
Los hermanos en la infancia
Los hermanos tienen un vínculo único que puede evolucionar con el tiempo y asumir diversos roles.
Si bien los vínculos y las relaciones entre hermanos pueden variar de una persona a otra, tener una relación cercana con nuestros hermanos puede moldear diversos aspectos de nuestra infancia.
Los hermanos pueden ofrecer una perspectiva única sobre el mundo que nos rodea e incluso pueden ser nuestros primeros maestros, mostrándonos cómo socializar, comunicarnos y empatizar con los demás.
De niños, los hermanos pueden ser nuestros compañeros de travesuras y aventuras, y a medida que crecemos, se convierten en un recordatorio de nuestro pasado compartido y una conexión con nuestras raíces familiares.
Una relación de por vida
La importancia de tener una relación cercana con los hermanos no se limita a la infancia, ya que puede trasladarse a nuestra vida adulta y dar lugar a amistades para toda la vida entre hermanos.
Esto no quiere decir que las relaciones entre hermanos no puedan ser complicadas.
Hay muchas razones por las que algunas personas eligen «no tener contacto» con la familia o solo reunirse en días festivos y ocasiones especiales.
Sin embargo, para el propósito de esta publicación de blog específica, nos centraremos en lo que las relaciones entre hermanos pueden enseñarnos.
Para algunas personas, los hermanos son amigos seguros y una fuente de consuelo.
Para otros, es posible que compitan constantemente, se desafíen entre sí en lo académico, en los deportes o incluso en el amor.