Para nadie es un secreto que la relación entre Meghan Markle, la duquesa de Sussex y esposa del príncipe Harry con la Familia Real Británica siempre ha estado envuelta en medio de controversias y tensiones desde el principio.
Desde el comienzo de su romance con el príncipe Harry, hasta su salida de la monarquía y su posterior mudanza a los Estados Unidos. En medio de explosivas declaraciones sobre sus motivos de apartarse de la corona, que desataron uno de los mayores escándalos de la Familia Real en los últimos años.
Aunque Meghan y Harry dieron su versión abierta al público sobre su verdad de la relación con la corona, como es costumbre desde el palacio de Buckingham han mantenido total hermetismo frente al tema.
Sin embargo, no han hecho falta declaraciones al respecto para saber la verdadera razón por la que la corona británica se avergüenza de que Meghan Markle pertenezca a la Familia Real.
La tormentosa relación entre Meghan Markle y la corona británica
Los problemas de Meghan Markle con la Familia Real, llegaron desde sus primeros acercamientos a la corona británica en el 2016 cuando se conoció y empezó a salir con el príncipe Harry.
A pesar que desde el principio la prensa británica acoso a Meghan con comentarios sexistas y racistas. Para noviembre de 2017, el mundo entero se emocionó ante el anuncio de su compromiso.
El 19 de mayo de 2018 llegó el tan anhelado día de la boda real y oficialmente Meghan Markle se unió a la Familia Real Británica, al sellar su compromiso con el príncipe Harry frente al altar.
Sin embargo, las preocupaciones del príncipe Harry, por la desaprobación de Meghan en la corona no cesaban. No parecía bien visto que uno de los príncipes más importantes, hijo del futuro rey se casara con una actríz norteamericana morena.
Incluso, en más de una oportunidad expresó públicamente su temor por la seguridad y el bienestar de su esposa. Trayendo a la memoria la tragedia de su madre, la princesa Diana, y expresó su temor a que la historia se repitiera.
«No quiero que la historia se repita. No quiero ser un padre soltero. Y ciertamente no quiero que mis hijos tengan una vida sin una madre o un padre», dijo el príncipe Harry en una entrevista con Anderson Cooper.
Para el 6 de mayo del 2019 llegó el nacimiento de su primer hijo Archie y lo que parecía ser un aliviante para las tensiones, solo empeoró aún más. Tanto así que en menos de dos años decidieron apartarse de la Familia Real.
La escandalosa salida del príncipe Harry y Meghan Markle de la Familia Real
El 8 de enero de 2020, el príncipe Harry y Meghan Markle, duques de Sussex, tomaron la decisión de renunciar a los títulos de “Su alteza real” y dejar de representar oficialmente a la Familia Real. Apartándose de sus obligaciones en la monarquía.
La noticia que sacudió a la corona británica pronto se convirtió en todo un escándalo real. Cuando Harry y Meghan dieron una polémica entrevista con Oprah Winfrey, donde hicieron revelaciones impactantes sobre cómo fue su vida de pareja durante el tiempo dentro de la monarquía británica.
Meghan habló sobre su lucha contra la soledad y la presión mediática, revelando que en un momento llegó a tener pensamientos suicidas. Incluso, reveló detalles sobre las conversaciones racistas que tuvo dentro de la Familia Real, entre las que incluso contó la preocupación de la monarquía sobre el tono de piel que tendría su hijo, Archie.
Entre sus principales razones para tomar la decisión de apartarse de la Familia Real, hablaron sobre la constante presión mediática y la falta de apoyo de la Monarquía hacia ellos. Ya que el principal rechazo y vergüenza que sentía la corona británica hacia Meghan Markle estaba fuertemente marcada por su color de piel, su trabajo como actriz y su condición de plebeya apartada de la realeza.
Desde entonces los Duques de Sussex han estado construyendo una nueva vida en los Estados Unidos, sin el apoyo económico de la realeza. Alejados de la prensa, y procurando el bienestar de sus dos hijos Archie y la pequeña Lilibeth Diana. Incluso, Meghan Markle retomó su trabajo como actríz al que tuvo que renunciar al volverse miembro de la Familia Real.