La Highway 401, es una autopista que cuenta con una longitud de 828 kilómetros y va desde Windsor (la ciudad canadiense que está frente a la estadounidense Detroit) hasta casi Montreal.
Pasa por ciudades tan importantes como Toronto y muy cerca de Ottawa —la capital— y es la autopista más transitada de América del Norte.
En uno de sus puntos, en Toronto, la autopista se extiende a 18 carriles.
Se dice pronto, pero como se puede apreciar en la imagen que corona el artículo, 18 carriles son muchos, muchísimos carriles.
Aun así, hay tramos que diariamente están colapsados y, aunque se han ido realizando ampliaciones —precisamente en el área metropolitana de Toronto— o se ha ampliado el límite de velocidad para solucionar la situación, no han dado con la tecla.
Buscan mejorarla
El Gobierno de Ontario ha iniciado la evaluación técnica para la construcción de una nueva autopista con túnel para conductores y tránsito bajo la autopista 401.
Se espera que esta autopista proporcione una ruta nueva y más rápida para algunas de las carreteras más congestionadas de la provincia al norte de la ciudad de Toronto, que se extienden desde más allá de Brampton y Mississauga en el oeste hasta más allá de Markham y Scarborough en el este.
El problema de los atascos de tráfico en Ontario hace que el viajero medio del área de Toronto quede atrapado en el tráfico durante 98 horas al año reseñan las autoridades lo que le quita un tiempo valioso a las personas.
«Esto le cuesta a nuestra economía 11.000 millones de dólares al año solo en el GTHA”, dijo el primer ministro provincial Doug Ford.
El anuncio de hoy es el último paso el plan de casi 100.000 millones de dólares para abordar este atasco mediante la construcción y ampliación de autopistas y transporte público.
«Esto incluye la autopista 401, la circunvalación de Bradford y la autopista 413, para que podamos volver a permitir el movimiento de personas y mercancías por Ontario”, dijo Ford a la opinión pública.
Lo que falta por evaluar de la obra
Los servicios de ingeniería se contratarán a través del Ministerio de Transporte, con el apoyo de Infraestructura de Ontario.
El trabajo de viabilidad incluirá lo siguiente:
Examinar varias opciones para aumentar la capacidad de la autopista 401, incluidas las posibles rutas dentro del derecho de paso existente, el número de carriles, la longitud y el número y diseño de los intercambios que se conectan con otras autopistas.
Refinar la comprensión de la provincia sobre las contribuciones económicas del túnel propuesto, tanto a corto como a largo plazo.
Así como el impacto del proyecto en la reducción de los atascos sobre la avenida.
Revisar las mejores prácticas de proyectos similares en otras jurisdicciones.
Se debe realizar pruebas iniciales de perforación del suelo para mejorar la comprensión de la provincia sobre la geología de la ruta y su impacto en el diseño y la construcción.
Prepararse para iniciar los procesos de evaluación ambiental del proyecto.
Realizar un sondeo inicial de mercado, con retroalimentación que informe sobre posibles estrategias de adquisición y estructuración comercial.
Escuchar la opinión de la comunidad
Además, la provincia iniciará consultas significativas con las comunidades de las Primeras Naciones sobre el posible proyecto.
De acuerdo con la Ley Get It Done de 2024, esta nueva autopista no tendría peaje.
Aliviar la congestión y trasladar personas y bienes a través del GTHA es fundamental para nuestra prosperidad económica.
Nos complace trabajar con el MTO en este estudio y en proyectos importantes como el puente QEW Credit River y Garden City Skyway para mejorar los tiempos de viaje de los habitantes de la región”, afirmó Michael Lindsay, presidente y director ejecutivo de Infrastructure Ontario.
En duda la efectividad de la obra
Para muchos expertos, las autoridades se empeñen en hacer más carreteras o en ampliar las existentes con más y más carriles es algo que ya está provocando reacciones en la población norteamericana.
Los Angeles Times ya cuestionó hace tiempo esa lógica de «si con los carriles actuales hay atascos, éstos se solucionarán añadiendo más».
Es un hecho que hacer más carriles sólo provoca más atascos, pero en el artículo del Times se profundiza en que es un tema complicado.
Por un lado, los políticos tienen presiones para hacer algo con el tráfico y, por otro, están las presiones de los sindicatos y empresas constructoras, que mantienen abundantes puestos de trabajo gracias a esos megaproyectos de carreteras.