Un estudio asegura que los niños que hacen tareas domésticas tienden a tener mayor posibilidad de éxito cuando son adultos

Un estudio de la universidad de Harvard concluyó que los niños que hacen tareas domésticas “tienden a tener más éxito cuando son adultos”. 

Según el análisis, su éxito se debe a que han adquirido una ética laboral al realizar tareas domésticas.  

De acuerdo con Julie Lythcott-Haims, ex decana de estudiantes de primer año en la Universidad de Stanford dice que: 

«En el estudio se encontró que el éxito profesional en la vida, que es lo que queremos para nuestros hijos proviene de haber hecho tareas domésticas cuando éramos niños». 

Al igual que en las familias mayas, empezar a hacer las tareas domésticas a una edad temprana es lo que más beneficios aporta a los niños.  

Para Marty Rossmann, profesor de educación familiar de la Universidad de Minnesota, determinó que el mejor predictor del éxito de los adultos jóvenes era que participaban en las tareas domésticas cuando tenían 3 o 4 años.  

Sin embargo, dice el estudio que; “si no empezaban a participar hasta los 15 o 16 años, la participación fracasaba y esos sujetos eran menos exitosos”. 

Empezar desde muy niños 

Parece que es más probable que los niños aprendan a ser responsables al hacer las tareas domésticas si empiezan a hacerlas a una edad temprana. 

A medida que su hijo aprenda a cargar el lavavajillas o a recoger la ropa, podrá realizar la tarea cada vez más solo.  

Tareas aparentemente insignificantes, como poner la mesa o doblar la ropa, son pequeños elementos básicos que ayudan a forjar su independencia en el futuro. 

Si se empiezan a hacer las tareas domésticas a una edad temprana, se convierten en hábitos, lo que significa que los padres tendrán menos súplicas y los niños se quejarán menos.  

Sentirse parte del equipo 

Cuando el niño tenga la edad suficiente para seguir instrucciones sencillas, puede empezar a asignarle tareas: recoger los juguetes, poner la ropa en el cesto de la ropa, dar de comer a los peces o a una mascota.  

Explican los expertos que su hijo “empezará a sentirse parte del equipo”. Al principio, considere hacer algunas tareas juntos, como preparar la cena o limpiar la casa. 

Agregan que: “Los niños pequeños son ayudantes por naturaleza; quieren complacer y este es el momento perfecto para aprovechar su entusiasmo y buena disposición”.  

Aunque la forma en que los niños pequeños hacen las tareas domésticas no será perfecta, con el tiempo mejorarán lavando la lechuga u otras actividades, dicen los encargados del estudio. 

Niños mayores concentrados 

Las investigaciones siguen siendo sólidas en cuanto a los resultados para los niños que ayudan con las tareas del hogar. 

Especialmente si comenzaron a realizar tareas domésticas cuando eran pequeños o en los primeros grados de la escuela. 

En un estudio publicado en el Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics, los investigadores preguntaron a casi 10.000 niños en edad escolar primaria sobre su participación en las tareas del hogar.  

Los que recibieron tareas domésticas en el jardín de infancia mostraron claras ventajas en tercer grado. 

Realizar tareas domésticas en la escuela primaria temprana se asoció con el desarrollo posterior de la autocompetencia, el comportamiento prosocial y la autoeficacia. 

Cuando se comparó a los que hacían tareas domésticas regularmente con los niños que rara vez ayudaban en casa, el estudio encontró que: 

“Los que hacían tareas domésticas obtuvieron puntuaciones más altas en cuanto a su capacidad académica, relaciones con los compañeros y satisfacción con la vida”. 

Anime a su hijo 

A medida que su hijo asuma más responsabilidades, es probable que tenga períodos en los que postergue las cosas o necesite recordatorios. 

La mayoría de los niños requieren de estímulo, orientación amable y los elogios positivos para ir en la dirección correcta.  

“Coloque cuadros con estrellas o listas de tareas en la habitación de su hijo o en el refrigerador para mostrar claramente cuáles son sus expectativas”, dicen los especialistas.  

Con un niño en edad escolar, en particular si no ha asumido responsabilidades antes, “presente una nueva tarea a la vez; una lista larga puede resultar abrumadora”, recalcan los realizadores del estudio. 

“Cuando su hijo complete una tarea habitual, elógielo por el esfuerzo que hizo”. 

Las rutinas de otras actividades (como las comidas, los deberes, los juegos y la hora de dormir) también pueden enseñarle organización y ayudarlo a desarrollar la responsabilidad, dicen los estudiosos del tema en cuestión. 

Recomiendan programar reuniones familiares periódicas para revisar el progreso de su hijo. 

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