Para el 2028, Guyana podría convertirse en el país que más petróleo produce en el planeta

Promover la economía, el desarrollo social y el crecimiento, son el objetivo de cualquier gobierno y Guyana está en el camino correcto para lograrlo según los expertos.

Guyana es un país de solo 800.000 habitantes, con 11.000 millones de barriles de crudo recuperables, el cual lleva explotando desde 2019. 

De acuerdo a las últimas proyecciones del Banco Mundial, será el único país del territorio con un aumento del PIB a dos dígitos (25,2%) y el número podría ampliarse hasta 28,2% en 2025. 

Según The Economist, el objetivo para 2028 es alcanzar a producir 1,2 millones de barriles, lo que representa el 1,1% del abastecimiento mundial. 

Esto es bastante sorprendente si lo comparamos con Colombia que actualmente produce menos de 800.000 barriles al día y con Venezuela que produce 810.000 barriles por día. 

El petróleo de Guyana en crecimiento  

Juan Pablo Fernández Marín, expresidente ejecutivo de la Confederación de Distribuidores y Minoristas de Combustibles energéticos, enfatizó que las cifras de venta de Guyana lo ponen al mismo nivel de país miembro de la OPEP. 

Y es muy posible que pronto sea el tercer país productor de petróleo en toda América Latina por debajo de Brasil y México. 

“Con la única diferencia que estos países poseen 215 y 128 millones de habitantes respectivamente y Guyana cerca de 800.000” explicó Fernández.  

Su nivel de producción per cápita ha sido muy destacado y se ha ganado varios apodos como el país del “milagro petrolero” o la “Guyana Saudí”, sin mencionar los ingresos que le deja al gobierno.  

Las cifras de Rystad Energy proyectan que la producción nacional está próxima a superar los US$1.000 millones para este 2023 y podría alcanzar los US$7.500 millones anuales para 2030. 

Bonanza petrolera  

Se estima que los impuestos y gravámenes que perciba el gobierno de Guyana por el petróleo estarían sumando los US$16.000 millones al año en 2036.  

Lo que significaría el doble del tamaño de la economía antes de la bonanza petrolera, que debe ir acompañado de inversión. 

En mayo de este año, el Gobierno de Guyana anunció que firmó un acuerdo de entendimiento (MOU) de US$150 millones con el Fondo Saudita para el Desarrollo (FSD), con el propósito de con el fin de impulsar la infraestructura del país.  

Además, tiene un monto aprobado con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$360 millones para inversiones sociales, transporte y agricultura. 

Por qué gusta tanto 

Guyana le ha dado acceso a empresas privadas y de gran conocimiento en el sector petrolero para que inviertan en el país y extraigan el crudo.  

Según con Capital Economics, el sector petrolero de Guyana se ha convertido muy atractivo para los inversionistas. 

Por lo que su producción debería poder seguir de forma rentable incluso si la demanda mundial de crudo alcanzara su punto máximo y los precios del petróleo bajen se manera sustancial.  

Las reservas son bastante considerables, y los miembros de la industria proyectan que el costo medio de los desarrollos marinos actuales es de entre 25 y 35 dólares por barril. 

El petróleo de Guyana es un crudo ligero y dulce de alta calidad, de acuerdo a Rystad, los bajos precios de equilibrio de la industria estimado en una media de 28 dólares por barril. 

Lo anterior, ha provocado que operar en la costa de Guyana sea sumamente rentable, y más con la venta del Brent en la zona de los 80 dólares por barril. 

Muchas expectativas 

La pequeña Guyana tendrá un papel muy importante dentro del mercado petrolero, a pesar de tener mucho menos reservas de crudo en comparación a las grandes potencias, pero puede llegar a producir más crudo que Colombia y Venezuela. 

Pero a pesar que el panorama petrolero del país marcha bien, la expectativa estará concentrada en cómo se verá reflejada en la calidad de vida de los guyaneses, pues el país tiene niveles altos de pobreza y con expectativas de vida menor a la de los otros países de la región. 

Aunque para los analistas, el éxito económico del país dependerá de una buena estrategia con visión a largo plazo, acompañada del buen manejo de este recurso natural y una responsabilidad que involucra no solo al Gobierno, sino a todas instituciones, sociedad y empresas privadas. 

  • Imagen de portada tomada/ World Energy Trade

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