En sus mitin, Donald Trump, a menudo usa una frase improvisada que le termina generando titulares.
Entretanto, discurso tras discurso, el hoy presidente electo va expuso siempre su agenda política agresiva y ambiciosa para un segundo mandato.
La mayoría de los temas de la agenda no son nuevos: Trump está haciendo muchas de las mismas promesas que hizo durante su campaña de 2016 y que nunca se materializaron debido a la falta de apoyo del Congreso o a las limitaciones de su autoridad ejecutiva.
Pero hay algunas áreas únicas en las que Trump está concentrado ahora y que anuncian una postura más dura.
Por eso, hemos recopilado algunas de las promesas de campaña que Trump repitió con más frecuencia y que dijo pondría en ejecución desde el primer día como presidente.
Deportaciones masivas
La inmigración fue quizás el mayor motor político de la campaña de Trump en 2016 y también para esta.
Ahora, el mandatario la ha considerado extraoficialmente la máxima prioridad para la Casa Blanca en 2024, y ha hablado en profundidad sobre ella en todos sus discursos de campaña.
Trump hizo promesas similares en 2016 que no pudo cumplir, deportando a menos personas que el presidente Barack Obama en cada uno de sus dos mandatos, según datos del gobierno federal.
Trump también ha prometido no sólo restablecer su prohibición de viajes dirigida a ciertos países de mayoría musulmana, sino ampliarla para incluir a los refugiados de Gaza e instituir ciertos “exámenes ideológicos” para todos los inmigrantes.
En 2016, Trump prometió en repetidas ocasiones construir un muro fronterizo entre Estados Unidos y México de 1.600 kilómetros de largo. Lo que terminó construyéndose fueron 720 kilómetros de muro fronterizo, la gran mayoría de los cuales eran refuerzos de muros existentes.
Trump también prometió que México cubriría el costo, lo que no hizo. Esta vez, de manera igualmente ambiciosa, Trump promete terminar lo que empezó.
Mano dura en asuntos globales e impuesto a exportaciones
Trump ha proyectado una estrategia de “hazlo a mi manera o no hagas nada” para las relaciones internacionales, lanzando la idea de un impuesto universal del 10% sobre todos los bienes provenientes de países fuera de Estados Unidos, en un intento de priorizar la producción nacional.
Durante su campaña electoral, Trump a menudo generalizó su enfoque económico como “Estados Unidos primero”, amenazando con grandes aranceles a los bienes de las empresas que opten por subcontratar mano de obra y producción en Estados Unidos.
Un grupo de expertos de centroderecha, dijeron que la política propuesta por Trump “distorsionaría el comercio global, desalentaría la actividad económica y tendría consecuencias negativas generales para la economía estadounidense”.
Mientras tanto, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, agregó que el plan “aumentaría el costo de una amplia variedad de bienes de los que dependen las empresas y los consumidores estadounidenses”.
Los recientes comentarios de Trump sobre Rusia y la OTAN también provocaron una reprimenda del jefe de la OTAN, quien dijo que podrían poner en riesgo las vidas de soldados estadounidenses y europeos.
Una ofensiva militar contra el crimen
Trump ha sugerido utilizar la Guardia Nacional para abordar el crimen, que según él es «peor que nunca».
El presidente electo a menudo alude a la expansión de las fuerzas armadas en el país para abordar la delincuencia en las ciudades.
Trump, que se refiere a Washington DC y Chicago como “antros de delincuencia”, ha prometido intervenir con la fuerza militar sin obtener el permiso necesario de los líderes locales.
“Una de las cosas que haré –se supone que no debes involucrarte en eso, solo el gobernador o el alcalde deben pedirte que vengas– la próxima vez, no esperaré”, dijo Trump.
Tradicionalmente ha habido una clara línea divisoria entre las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad del país.
Pero figuras de la derecha han abogado por un uso más agresivo de la Ley de Insurrección por parte de Trump para desplegar a las fuerzas armadas en el país durante un segundo mandato.
Trump también ha incrementado su dura retórica contra el crimen: para ciertos delitos menores, Trump ha sugerido el castigo de muerte.
Liberar a quienes atacaron el Capitolio
En su plataforma de redes sociales, Trump hizo la promesa de liberar a quienes participaron durante el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos.
Si bien no dijo a cuántos quería sacar de la cárcel, admitió que se “inclina” a “perdonar a muchos de ellos”, según reportó ABC News en marzo de 2024.
El Departamento de Justicia informó a principios de octubre que “aproximadamente” 1.532 personas fueron imputadas a nivel federal por delitos asociados al ataque al Capitolio, de los cuales 571 fueron acusados de agredir, resistirse o impedir el paso a agentes o empleados.
De esta última cifra, 171 individuos fueron acusados de utilizar un arma mortal o peligrosa o de causar lesiones corporales graves a un agente, además de haber ingresado a un área restringida.
- Imagen de portada tomada/Agencia AFP-Evan Vucci