Un duro mensaje emitió en las últimas horas el presidente de El salvador Nayib Bukele a los importadores, comercializadoras, mayoristas y distribuidores de alimentos en el que les exigió “parar de abusar del pueblo salvadoreño o no se quejen después”.
Para su reciente posesión, el mandatario aseguró que la prioridad de su segundo mandato sería la economía.
Durante su entonces alocución, dijo que han identificado productos de la canasta básica con sobreprecio, obra de quienes se aprovechaban de que no existiera una sanción penal por ello, solo multas.
“Así dijeron también los pandilleros. Yo espero precios bajos mañana o van a tener problemas”, expresó el presidente, entre cuyos lemas se encuentra uno que die que «el dinero alcanza cuando nadie roba».
Inmediatamente el ministro de Agricultura, Óscar Domínguez, anunció la puesta en marcha de 20 puntos de venta en zonas estratégicas con “precios justos”; los llamados agromercados.
Venta “sin intermediarios”
El gobierno los describe como espacios que promueven “la interacción entre proveedores y consumidores sin intermediarios”, para adquirir productos frescos, desde frutas, verduras y granos básicos como arroz y frijoles, a “precios justos”.
De acuerdo con la información más reciente de la Presidencia, existen ya 50, repartidos en los 14 departamentos del país, y están abiertos de lunes a domingo, de 6 de la mañana a 1 de la tarde.
Los clientes hacen fila afuera del recinto y van entrando uno por uno –ancianos y embarazadas primero– con un responsable que hace de guía.
Pasan por la zona de los tomates, las papas, las acelgas… eligen lo que quieren llevar y pagan al final, al estilo de un restaurante tipo self-service.
“Vendemos algo de producto nacional, pero más que todo el producto viene de La Tiendona”, dice Gabriela Jeorge, algo que le confirmarán a BBC Mundo en otros agromercados.
La Tiendona es el principal centro de mayoreo de frutas y verduras del país, ubicado en San Salvador y en el que también se abastecen quienes venden en los mercados tradicionales y de forma ambulante.
Protestas contra Bukele
Salvadoreños organizados de diversos grupos, entre ellos sindicalistas, feministas, ambientalistas y ciudadanos, marcharon por diferentes motivos.
Cerca del Hospital Nacional Rosales, en la avenida 25 Norte, se concentraron para protestar contra lo que llaman un retroceso en los derechos humanos en El Salvador, la corrupción, las desigualdades y los lujos del presidente Nayib Bukele, como la reciente compra de un helicóptero por casi 6 millones de dólares para la Presidencia de la República.
Con pancartas y consignas, los manifestantes exigieron transparencia al gobierno de Bukele, conocido por retener información en medio de escándalos que involucran graves casos de corrupción.
También pidieron la liberación de personas inocentes detenidas y encarceladas arbitrariamente bajo el estado de excepción, la liberación de presos políticos y pidieron al gobierno abandonar los megaproyectos que dañan el medio ambiente y dejar de favorecer a empresarios que explotan los recursos naturales con fines comerciales y urbanísticos.
Sobre la marcha
La marcha estaba prevista originalmente para iniciar en el Parque Cuscatlán, pero el espacio fue ocupado por la Policía Nacional Civil (PNC) para el desfile oficial.
Esto no desanimó a los manifestantes, quienes pretendieron llegar al Parque Libertad, soportando el calor de San Salvador, con pancartas y gritando consignas.
En el camino, las pancartas denunciaban no solo la represión, sino también la falta de políticas efectivas en temas ambientales, de transparencia, seguridad y la creciente impunidad en los casos de desapariciones forzadas.
Entre los manifestantes se encontraba Eneida Abarca, una madre que ha denunciado cómo el gobierno de Bukele ignora y deja sin resolver los casos de desapariciones en El Salvador.
Su hijo, Carlos Abarca, desapareció el 1 de enero de 2022 y, desde entonces, Enaida no ha faltado a ninguna protesta.
Su presencia es inconfundible, con el rostro de su hijo impreso en camisetas y carteles, exigiendo respuestas que nunca llegan. “Me han negado el acceso a la verdad y a la justicia”, dijo a GatoEncerrado.
En su búsqueda por encontrar a su hijo, Eneida ha recurrido a muchas puertas.
Presentó una solicitud por escrito a la Comisión de Seguridad y Justicia de la Asamblea Legislativa para que citara al ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, a responder sobre la desaparición de Carlos.
Pero su solicitud fue redirigida a otra comisión que, según ella, ya no existe. “Hasta el día de hoy no he recibido ninguna notificación”, expresó con frustración.
Denuncias en medio de la marcha
A la marcha se sumaron las víctimas del millonario desfalco cometido por directivos y algunos empleados de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Victoria (Cosavi), quienes exigen a las autoridades salvadoreñas que no quede impune y esperan recuperar sus ahorros.
Julio Flores, vicepresidente de la junta de afectados, señaló que la mayoría de las víctimas son personas de la tercera edad que dependían de sus ahorros para gastos de manutención y medicamentos.
“Hasta el momento, ya hay 11 muertos”, dijo Flores, en referencia a las nueve víctimas de un accidente aéreo –entre ellas altos oficiales de la policía y el director implicado en el caso, Manuel Alberto Coto Barrientos– y tres víctimas de fraude.
Flores criticó el silencio del gobierno y la inacción de la Asamblea Legislativa por no conformar una comisión investigadora.
“La muerte de Coto no cambia nada, él era solo un peón”, afirmó, acusando al gobierno de saber dónde está el dinero robado y responsabilizó a la autoridad reguladora de manejar más de 250 millones de dólares sin el consentimiento de los afectados.
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