Científicos afirman haber logrado curar a una mujer con diabetes tipo 1

Científicos chinos han revelado en las últimas horas que han descubierto una forma de revertir la diabetes tipo 1, una enfermedad que hasta ahora sólo podía controlarse, pero nunca curarse

Es probable que el avance médico ayude a millones de personas en todo el mundo a superar una enfermedad grave que generalmente comienza en la infancia. 

La enfermedad hace que el sistema inmunológico del cuerpo humano ataque por error a las células productoras de insulina en el páncreas, una glándula en el abdomen que libera enzimas digestivas. 

Si no se controla mediante inyecciones regulares de insulina, la diabetes tipo 1 puede provocar problemas más graves, como daño nervioso, ceguera e insuficiencia cardíaca y renal. 

“Una mujer con diabetes tipo 1 empezó a producir su propia insulina menos de tres meses después de recibir una inyección de un tratamiento derivado de células madre. No volvió a necesitar inyecciones de insulina un año después del tratamiento”, dijeron recientemente los miembros del equipo de investigación de la Universidad de Pekín a la prensa local. 

Qué es la diabetes tipo 1 

La enfermedad hace que el nivel de glucosa o azúcar en la sangre sea demasiado alto. Esto se debe a que el cuerpo no puede producir una hormona llamada insulina, que controla la glucosa en sangre. 

Las personas con esta enfermedad necesitan tomar insulina todos los días para mantener sus niveles de glucosa en sangre bajo control. 

Un punto importante; la diabetes tipo 1 es diferente de la diabetes tipo 2, que está relacionada con la edad y el sobrepeso.

La diabetes tipo 2 es mucho más común y afecta a los adultos cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina. 

Cuál es la cura 

La respuesta breve (y no técnica) a esta pregunta es; desarrollo de células madre. 

El estudio, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Pekín, recogió células sanas (la unidad más pequeña que compone los tejidos corporales) de un paciente y, a continuación, las “modificó” en el laboratorio, pasando de ser células aleatorias y no especializadas a especializadas, capaces de producir insulina. 

Posteriormente, los científicos implantaron las células recién desarrolladas y especializadas en el mismo paciente que tenía diabetes tipo 1. 

“Sorprendentemente, las células comenzaron a producir insulina por sí solas, lo que permitió a los pacientes regular sus niveles de azúcar en sangre después de dos meses y medio sin necesidad de inyecciones diarias de insulina”, dijo Stephane Berneau, miembro del cuerpo docente de la Facultad de Farmacia y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Central Lancashire. 

El proceso que implica la reversión de la diabetes tipo 1 a través de la modificación celular puede denominarse, en términos generales, terapia con células madre. 

Las células madre 

El cuerpo humano está formado por más de 37 billones de células, pero todas ellas se originan a partir de una única célula, conocida comúnmente como óvulo fecundado.  

A medida que el cuerpo humano se desarrolla y crece, genera células especializadas o células madre. 

Aunque se supone que las células especializadas desempeñan una función específica en el cuerpo, las células madre no pueden realizar ninguna función específica. 

Pero las mismas células madre tienen el potencial de ser “reprogramadas” para convertirse en células especializadas, sirviendo como sistema básico de reparación del cuerpo humano. 

En otras palabras, las células madre pueden dividirse y renovarse durante un largo tiempo, una propiedad que las hace útiles para fines de investigación médica. 

Los científicos han estudiado durante décadas formas de transformar células madre en células especializadas para curar enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer, lesiones de la médula espinal, enfermedades cardíacas, diabetes y artritis. 

Uno de los aspectos más interesantes de las células madre es que pueden reemplazar células dañadas o faltantes en el cuerpo”, dice Berneau, señalando que es “extremadamente difícil” lograr que las células madre se comporten como las células productoras de insulina específicas necesarias en el páncreas. 

Resultados prometedores 

El estudio concluyó que la paciente que recibió las células productoras de insulina logró una “independencia sostenida de la insulina” dentro de los 75 días posteriores al trasplante. 

Al cabo de un año, los datos clínicos cumplieron con todos los criterios de valoración del estudio sin indicios de anomalías relacionadas con el trasplante.  

Los resultados prometedores de este paciente sugieren que se justifican más estudios clínicos. 

Berneau dice que los resultados del estudio son “increíblemente prometedores” y que la terapia tiene el potencial de volverse “ampliamente disponible en el futuro cercano” si los ensayos a gran escala resultan exitosos.