Desde hace un buen tiempo que las redes sociales se colaron en la cotidianidad de todos, y con esta nueva realidad dejamos la puerta abierta para mostrar casi todo lo que compone nuestra vida personal: trabajo, familia, amigos e incluso pareja.
En este contexto, ver fotos de parejas felices en el Timeline de las redes sociales se convirtió en una constante.
Sin embargo, esto no significa que quienes más se demuestran afecto en los medios digitales sean los más felices, sino que por el contrario podría estar ligado a aspectos negativos como la inseguridad, bien dice el dicho ‘no todo lo que brilla es oro’, y para este caso parece encajar perfectamente.
Así lo confirman varios estudios que aseguran que las parejas que son realmente felices y plenas no suelen mostrar todos los momentos de su relación en redes sociales, pues estos los disfrutan en su intimidad y no están pendientes de los “Me gusta” y los comentarios de las demás personas.
La inseguridad como principal factor de las publicaciones
Una de las investigaciones más recientes es la realizada por por Lydia F. Emery, del Departamento de Psicología de la Universidad de Northwestern (Canadá), determinó que las personas ansiosas y aquellas que se sienten inseguras con los sentimientos de su pareja, son quienes buscan tener mayor visibilidad de su relación en redes sociales con el fin de afianzarla.
Al mismo tiempo se logró determinar, que una práctica frecuente de este tipo de personas es monitorear con frecuencia las redes sociales de su pareja, lo que también podría desarrollar celos y posteriormente conflictos de pareja.
Asimismo, en otra información que arroja el estudio en el que también colaboraron científicos de las universidades de Winsconsin y Haverford (EE. UU.), y la Universidad de Toronto (Canadá), se determinó que aquellos que más hacen eco de su amor en redes sociales confían en que esto les hará felices y podría beneficiar su relación, lo que supondría que lo que entienden como verdadero amor, no es más que autoestima condicionada.
Dicho planteamiento es seguido por otro estudio hecho en la Universidad de Brunel (Londres), el cual determinó que los hombres y mujeres que buscan transmitir felicidad de pareja en redes sociales tienden a tener baja autoestima o a ser narcisistas.
En búsqueda de aceptación
Otra de las principales razones por la que los expertos aseguran que se tiene la necesidad de la sobreexposición de una relación en las plataformas de interacción virtual, se debe la búsqueda de la aprobación de los demás.
Esto quiere decir que la presión social también juega un papel importante en esta tendencia. Los especialistas dicen que hay quienes se toman tan en serio las opiniones externas que su individualidad y privacidad quedan expuestas, generando, posteriormente, sentimientos de inferioridad.
A su consideración, qué tanto o tan poco se comparta una relación en redes debe ser una decisión de las partes involucradas, más allá de querer hacerla pública para responder a la presión social o al qué dirán.
Las personas felices no necesitan exhibir su vida
En contraposición, están quienes realmente se sienten plenos y felices con su relación, personas que generalmente no se preocupan por exhibir sus sentimientos en público y mucho menos en redes sociales, y que contrariamente compartirlo en dichas plataformas puede causarles, en algunos casos, ansiedad.
De hecho, las parejas felices prefieren de la intimidad y privacidad, no les llama la atención publicar todos los momentos y experiencias que comparten. No les importa la aprobación, ni la aceptación de las personas. Son parejas que están satisfechas y no desean exponer cuán felices son.
Igualmente, tampoco tienen tiempo de subir publicaciones a Internet, puesto que disfrutan cada momento real con su compañero o compañera, tienen confianza mutua, desean tener intimidad y para ellos es suficiente los sentimientos y acciones que viven día con día, sin necesidad de sentirse comparados, ni aprobados con otras parejas en las redes sociales.
Con esto queda demostrado que, aunque Internet se haya convertido en una suerte de escaparate, las imágenes que se proyectan siempre están sesgadas. Las redes sociales ofrecen un buen campo de cultivo para dos características humanas muy extendidas: el alardear de lo que se tiene y el husmear en la vida de los demás. No obstante, la realidad generalmente esta bastante alejada de esta ‘pantalla’.