Un equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Marche (Italia) asegura en un estudio que la falta crónica de sueño hace que el cerebro “devore” neuronas y las conexiones sinápticas.
Y es que lo peor de todo, es que es irreversible, por lo que, aunque se quieran recuperar horas de sueño, de nada serviría dicen los encargados de la investigación.
Al igual que nuestro cuerpo regenera las células durante las horas de sueño, el cerebro también ejecuta un proceso de fagocitosis (devorar) para limpiar y renovar los subproductos tóxicos neuronales según explican los científicos.
Por ello, descansar es necesario todos los días sin importar la edad que tengas, pero entre más adulto sea, mayor tiempo deberías dormir según los especialistas.
Lo que encontraron los expertos
El grupo de investigadores ya sabían que dicho proceso –eliminar el desgaste y deterioro neurológico del día– ocurría cuando estamos dormidos, gracias a pasadas indagaciones sobre el tema en cuestión.
Sin embargo, las nuevas investigaciones dieron luces a que se produce cuando al cuerpo se le priva de sueño.
Por lo tanto, cuando tu cuerpo se enfrenta a vigilias prolongadas o no dormir las suficientes horas a diario, puede terminar en graves daños en nuestro cerebro que según el estudio es irreversible y por lo tanto, dormir mucho más durante otros días no le surte efecto.
Lo anterior, se pudo establecer luego de que los encargados de la investigación lo comprobaran con cuatro grupos de control de ratones.
“A estos se les dejaba descansar hasta que se despertaran, a otros dormir durante ocho horas, al siguiente se les privaba de sueño intermitentemente y, al último, nunca se les permitía dormir”, reseña el estudio
La necesidad de dormir
El sueño es una función esencial que permite que el cuerpo y la mente se recarguen, dejándonos frescos y alertas al despertar.
Un sueño saludable también ayuda al cuerpo a mantenerse sano y a prevenir enfermedades.
Sin suficiente sueño, el cerebro no puede funcionar correctamente, lo que afecta a nuestra capacidad de concentrarnos, pensar con claridad y procesar recuerdos.
Los patrones biológicos que ayudan a los humanos a vivir según el ciclo de día y noche de 24 horas se denominan ritmos circadianos.
Estos ritmos funcionan junto con el impulso del sueño (un deseo de dormir que aumenta en intensidad cuanto más tiempo ha estado una persona despierta) para hacer que las personas se sientan somnolientas por la noche y alertas por la mañana.
Los ritmos circadianos, incluido el ciclo sueño-vigilia, funcionan de acuerdo con las señales ambientales.
Cada noche, cuando oscurece, el cuerpo comienza a liberar la hormona del sueño, la melatonina, y cada mañana, con la llegada de la luz, los niveles de melatonina del cuerpo se vuelven indetectables.
Un descenso vespertino y un aumento matutino de la temperatura corporal acompañan este ciclo, lo que mejora la somnolencia y el estado de alerta en los momentos adecuados.
Mitos y verdades sobre el sueño
La cantidad de sueño que necesitas varía con la edad. Los expertos recomiendan que los niños en edad escolar duerman al menos nueve horas por noche y los adolescentes entre ocho y diez.
La mayoría de los adultos necesitan dormir al menos siete horas o más cada noche.
Existen muchos malentendidos sobre el sueño. Uno de ellos es que los adultos necesitan dormir menos a medida que envejecen. Esto no es cierto.
Los adultos mayores siguen necesitando la misma cantidad de horas, pero la calidad del sueño puede empeorar con la edad.
Los adultos mayores también son más propensos a tomar medicamentos que interfieren con el sueño.
Otro mito sobre el sueño es que se puede “recuperar” el sueño perdido en los días libres. Los investigadores están descubriendo que, en gran medida, esto no es así.
Trastornos del sueño
Algunas personas tienen afecciones que les impiden dormir lo suficiente y con calidad, por mucho que lo intenten. Estos problemas se denominan trastornos del sueño.
El trastorno del sueño más común es el insomnio. “El insomnio es la dificultad repetida para conciliar el sueño o permanecer dormido”, afirma Brown.
Esto sucede a pesar de tener tiempo para dormir y un entorno adecuado para dormir. Puede hacer que te sientas cansado o sin descanso durante el día.
El insomnio puede ser de corta duración, cuando las personas tienen dificultades para dormir durante algunas semanas o meses.
“Muchas más personas han estado experimentando esto durante la pandemia”, dice Brown. El insomnio de larga duración dura tres meses o más.
Cómo dormir mejor
Si tiene problemas para dormir, escuchar lo importante que es puede resultar frustrante. Sin embargo, hay cosas sencillas que pueden mejorar sus probabilidades de dormir bien por la noche.
Existen tratamientos para muchos trastornos comunes del sueño. La terapia cognitiva conductual puede ayudar a muchas personas con insomnio a dormir mejor.
Los medicamentos también pueden ayudar a algunas personas.
Muchas personas con apnea del sueño se benefician del uso de un dispositivo llamado máquina CPAP. Estas máquinas mantienen abiertas las vías respiratorias para que puedas respirar.
Otros tratamientos pueden incluir protectores bucales especiales y cambios en el estilo de vida.