Donald Trump regresará a la Casa Blanca con su esposa Melania luego de su victoria electoral.
Pero en medio de todo, muchos se han sorprendido de cómo se ha mantenido su inestable matrimonio durante sus casi dos décadas.
La exmodelo de 54 años enfrentó un mayor escrutinio durante la campaña presidencial de su esposo en 2016 y ahora volverá a tener los reflectores cuando regrese a su puesto como primera dama el próximo año.
Melania que se ha mantenido firme a su lado ha reconocido que, a pesar de su lealtad, ella y el polémico político no siempre están de acuerdo en todo, excepto en dormir en habitaciones diferentes.
Dormirían en habitaciones distintas
Según el libro de Michael Wolff títulado: ‘Fire and Fury, Inside the Trump White House’, la pareja dormía en habitaciones separadas en la Casa Blanca.
Trump también tiene un extraño ritual nocturno, dijo Wolff: el presidente supuestamente exigió una llave de su dormitorio, dejando afuera a su esposa y al servicio secreto para poder devorar hamburguesas con queso mientras miraba tres televisores diferentes a la vez.
Reseña el libro que Trump prefiere McDonalds y otros establecimientos de comida rápida porque vive con el miedo de ser envenenado.
Wolff también afirma que a Trump le gusta meterse debajo del edredón a las 6:30 de la noche
Trump, «un engreído»
Su relación también ha sorprendido a muchos, incluida a la difunta reina de Inglaterra.
Según afirma el libro de Craig Brown, ‘A Voyage Around The Queen’, semanas después de una de las visitas de Trump, ella habló sobre Trump durante un almuerzo.
El libro afirma que la reina creía que Trump «debía tener algún tipo de acuerdo» con su esposa Melania mientras reflexionaba sobre su relación.
«Unas semanas después de la visita del presidente Trump, por ejemplo, le confesó a un invitado a un almuerzo que lo encontraba muy grosero«, afirma el libro.
«Le disgustaba especialmente la forma en que él no podía dejar de mirar por encima de su hombro, como si estuviera buscando a otras personas más interesantes”.
También creía que el presidente Trump «debía tener algún tipo de acuerdo» con su esposa Melania, o de lo contrario ¿por qué habría seguido casada con él?
Por su parte, Donald Trump estaba seguro de que había sido su invitado favorito de todos los tiempos».
La pareja, que lleva casada desde 2005 y tiene un hijo en común, Barron, de 18 años, tuvo un primer encuentro extraño.
Cómo se conocieron
En una entrevista con Harper’s Bazaar en enero de 2016, Melania admitió que Trump le pidió su número a pesar de estar en una cita con otra mujer.
Reveló: «Él quería mi número, pero estaba con una cita, así que, por supuesto, no se lo di… Te dije que te llamaría, pero no te voy a dar mi número».
Unos días después, Melania llamó a su futuro marido y le expresó su asombro por su «sensación de vitalidad» y «energía«.
El magnate inmobiliario estaba divorciado de Marla Maples, su exmujer, en aquel momento. Poco después de conocerse, la pareja empezó a salir y, en abril de 2004, Donald le propuso matrimonio durante la Gala del Met. «Fue una gran sorpresa«.
En aquel momento, Melania declaró al New York Post: «Somos muy felices juntos».
El siguiente enero, la pareja se casó en el resort Mar-a-Lago, propiedad del exalumno de The Apprentice.
Melania calificó el matrimonio de «fantástico» cuando ella y Donald hicieron una aparición conjunta en Larry King Live en mayo de 2005.
Melania llevaría el control
Madeleine Westerhout, que trabajó como asistente ejecutiva de Trump de 2017 a 2019, también reveló detalles sobre su matrimonio durante un testimonio entre lágrimas después de que Trump fuera acusado de 34 cargos de falsificación de registros comerciales.
Al describir la “relación especial”, una ex sistente de Melania reveló que ella era la que usaba los pantalones: “Él era mi jefe, pero ella definitivamente era la que estaba a cargo. Recuerdo que pensé que su relación era realmente especial”.
Westerhout también reveló que, durante su mandato como presidente, Trump llamaba a su esposa desde la Oficina Oval y le pedía que mirara hacia abajo desde su ventana en la residencia de la Casa Blanca.
Ella dijo: “Me di cuenta de que estaba hablando por teléfono con la señora Trump. Le decía: -Cariño, ven a la ventana-. Le decía: -Ven a la ventana y se saludaban-”.
- Imagen de portada tomada/La Nación