El fenómeno, conocido como escopaestesia, es sorprendentemente común y ha dado lugar a experimentos intrigantes.
Estos indican firmemente que la capacidad de sentir que alguien te mira es real.
Si la persona que está siendo observada siente esta fuerza direccional, debería captar rápidamente la dirección de la mirada.
Por otra parte, la escopaestesia podría implicar una conciencia de ser observado sin saber la dirección del observador.
Algunos fenómenos psíquicos, como la telepatía telefónica, funcionan de esta manera, donde las personas sienten quién está llamando pero no pueden determinar la dirección de la ubicación de la persona que la llama.
La escopaestesia podría ser similar, causando una sensación inicial de inquietud o peligro.
Esto lleva a una búsqueda en todas las direcciones para localizar a la persona que mira.
El estudio
El fascinante nuevo estudio examinó 960 historias clínicas de escopaestesia a lo largo de más de 25 años, tanto en humanos como en animales.
Los investigadores recopilaron informes de personas sobre sus propias experiencias.
Esto incluyó a detectives, agentes de vigilancia, fotógrafos de celebridades y de vida salvaje, profesores de artes marciales y cazadores.
El equipo de estudio también realizó encuestas en línea, incluida una con escépticos.
A los encuestados se les hicieron dos preguntas: (1) ¿Alguna vez se dio la vuelta y vio que alguien lo estaba mirando? (2) Si es así, ¿el efecto fue direccional? ¿Miró directamente a la persona que lo estaba mirando?
Escucharon historias reales
El estudio consideró casos en los que la persona que contaba la historia era la persona que miraba o la que era observada.
Categorizó los casos en función de si mencionaban explícita o implícitamente efectos direccionales en los informes personales, lo que significa que la persona o el animal observado respondía mirando directamente a quien miraba en lugar de mirar al azar.
Los investigadores también examinaron casos en los que no se mencionó ningún efecto direccional.
Además, clasificaron los casos en función de si los individuos involucrados estaban en el mismo nivel o en niveles diferentes (por ejemplo, ambos en la calle o uno mirando hacia abajo desde una ventana del piso superior).
Lo que encontraron
En el estudio, los investigadores descubrieron que el 49% de los casos mencionaban explícitamente los efectos direccionales, donde la persona o el animal observado respondía devolviéndole la mirada directamente en lugar de mirar al azar.
En el 19% de los casos, los efectos direccionales eran implícitos y en el 31% no se mencionaba ninguna direccionalidad.
Combinando los relatos explícitos e implícitos, una mayoría, el 68%, sugirió que la escopaetesia era direccional.
Este aspecto direccional se observó de manera consistente en las cuatro subcategorías, ya sea que alguien estuviera mirando a una persona o un animal, o que fuera observado por una persona o un animal.
Para tener una idea de cómo fueron estos casos personales, profundicemos en un relato de primera mano del estudio, compartido por un joven en Estados Unidos.
Desde mi asiento del pasajero, miraba a esta chica que caminaba por la acera. La calle estaba llena de gente, también había autos delante y detrás de nosotros, y de repente, ella se dio la vuelta y me miró directamente a los ojos.
Antes de que preguntes, no, las ventanas no estaban bajadas y no estábamos escuchando música a todo volumen, lo que nos haría notar.
Un ejemplo de lo hallado
Algunos de los ejemplos más llamativos de escopastesia direccional se dieron cuando la persona que miraba se encontraba en un nivel superior, mirando hacia abajo.
He aquí un ejemplo interesante de un joven que servía en la Marina de los EE. UU., destinado en tierra y que miraba por la ventana de un tercer piso:
Sorprendentemente, en casi la mitad de los casos, la persona o el animal que estaba siendo observado respondió devolviéndole la mirada directamente.
La escopaestesia direccional significa que las personas y los animales no solo detectan que están siendo observados, sino también la dirección desde la que proviene la mirada.
Este emocionante hallazgo del efecto direccional desafía las teorías convencionales y sugiere que la escopaestesia podría implicar una proyección hacia afuera de la atención visual.
Esto agrega una dimensión fascinante a nuestra comprensión de la percepción porque pone en tela de juicio la creencia generalizada de que la visión implica solo la ingesta de luz.
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